El Estreñimiento En Los Bebés

Mientras son amamantados, las heces de los niños son blanditas y no suele haber problema a la hora de evacuar. No importa si no hacen popo durante uno o más días, porque no se trata de estreñimiento y no afecta al bebé. Se trata de estreñimiento la evacuación ocasional de heces que suponen un esfuerzo importante y dolor al bebé.

Para saber que un bebé tiene estreñimiento es necesario considerar qué es normal para el bebé. Puede ser que el bebé tenga una deposición después de cada comida, o que deje pasar un día o más entre cada evacuación.

El patrón individual del bebé dependerá de los alimentos que coma y beba, lo activo que sea, y lo rápido que digiera el alimento. La frecuencia de evacuación se va disminuyendo a medida que los bebés crecen. A partir de los 2 meses de edad generalmente ellos sólo evacuan una o dos veces al día. Todo dependerá del tipo de alimentación que reciba como también de su propia naturaleza.

Se puede decir que un bebé está estreñido cuando el pequeño se vuelve nervioso e intranquilo. Mueve las piernas incesantemente, se pone rojo del esfuerzo, y llora mucho, además de que tiene gases y cólicos. Sus deposiciones son menos frecuentes de lo normal, especialmente si no ha hecho popo en tres días o más, es obvio que tiene dificultad al evacuar. Sus heces son duras y secas, sea cual sea la frecuencia.

El estreñimiento en el bebé requiere una intervención rápida de los padres y del pediatra, para evitar que el problema se convierta en una molestia crónica, o que se complique. Cuanto más tiempo estén las heces en el colon del bebé, más secas y duras se volverán, y su eliminación será aún más difícil y dolorosa.

Posibles causas del estreñimiento

Alimentos sólidos. El bebé tiene un poco de estreñimiento a medida que se le incorpora más alimentos sólidos a su alimentación. Es fácil que suceda debido a que el cereal de arroz, habitualmente la primera comida que se da a un bebé en este periodo de transición, es bajo en fibra.

El estreñimiento puede también ocurrir cuando se le deja de amamantar al bebé, debido a que esto algunas veces provoca deshidratación.

La leche de fórmula. Los bebés que toman pecho de manera exclusiva rara vez sufren de estreñimiento. La leche materna tiene el equilibrio perfecto entre grasa y proteína, por eso produce heces que casi siempre son blandas, incluso cuando un bebé no evacua por varios días.

Si el bebé toma leche de fórmula, es posible que algún producto en la fórmula le produzca estreñimiento. El componente de proteínas que se encuentra en diferentes fórmulas, puede ser lo que provoque el estreñimiento. Se debe preguntar al pediatra si se puede cambiar de marca.

Aunque el estreñimiento puede acompañar a diversas enfermedades, lo más frecuente es que sea causado por una alimentación pobre en fibras vegetales o por una escasa ingesta de agua, Si el bebé se deshidrata, su sistema reaccionará absorbiendo más líquido de todos los alimentos y fluidos que ingiera, así como también de los excrementos que están en sus intestinos. En estas condiciones, la cantidad de residuos en el intestino es insuficiente y su funcionamiento no es correcto. El estreñimiento suele deberse a un cambio en los hábitos alimentarios del niño, aunque también lo puede causar el dolor ocasionado por una fisura anal (lo mejor es que lo valore el pediatra). En tal caso, serán recomendables los baños de asiento con agua templada.

Para aliviar el estreñimiento es necesario realizar varias cosas:

El bebe debe hacer un poco de ejercicio, si ya gatea, se debe animar para que se desplace de un lado a otro. Si todavía no gatea, se debe tratar de que mueva de arriba abajo sus piernas: cuando esté acostado sobre su espalda, se debe mover suavemente sus piernas hacia adelante con un movimiento circular como si estuviese pedaleando en una bicicleta.

Un masaje en la pancita, debajo del ombligo, a unos tres dedos de distancia (en el lado izquierdo), se ejerce una presión suave pero firme con las yemas de los dedos. Se presiona hasta que se sienta una firmeza o una masa. Se mantiene esa presión suave pero constante durante unos tres minutos.

Llevar una dieta que contenga fibra

• Se le debe dar al bebé más agua.
• Se debe hacer que el bebé coma más verduras de todo tipo, crudas o cocidas (acelgas, apio, espinacas, lechuga, etc.).
• Se le deben dar abundantes frutas laxantes naturales, en compota o licuadas. Se deben evitar las manzanas y los plátanos.
• Se puede añadir de 5-10 cc de aceite crudo a las comidas.
• Se le deben dar cereales integrales al bebé: arroz integral, avena integral, copos de trigo o de maíz.
• Ofrecerle pan, galletas, pasteles, bizcochos y pastas (fideos o macarrones) especiales de harina integral.
• Se le puede dar sirope de manzana o miel con el yogur o con una mezcla de frutas.
• Darle legumbres una o dos veces por semana.

Otros alimentos recomendados

• Salvado de trigo (añadir una cucharada sopera a la sopa).
• Sal marina gruesa, que, a diferencia de la fina de mesa, contiene magnesio y yodo, elementos muy necesarios para una alimentación equilibrada.
• Germen de trigo, mezclado con yogur o ensaladas.
• Ciruelas negras o frescas.
• Pasas en compota.

Alimentos no recomendados

• Papas y féculas.
• Pan blanco, bollos o pastelería blanca.
• Embutidos o mermeladas.
• Fideos, macarrones, espaguetis o canalones que estén hechos con harina refinada.

Los laxantes deben evitarse si no es por prescripción médica y sólo se recetan en casos muy concretos. No se le debe dar laxantes al bebé sin haber consultado antes con el pediatra. Si se observa sangre en las heces del bebé, incontinencia o periodos de diarrea/estreñimiento, se debe consultar al pediatra, para que el diga que se debe hacer.

Los movimientos intestinales pueden ralentizarse debido a los sólidos, a los nuevos hábitos alimenticios. Es mejor mantener la lactancia materna los seis primeros meses e introducir la alimentación complementaria después y no antes, ya que el sistema digestivo del bebé está más inmaduro para asumir alimentos sólidos.